Comenzó con un proyecto de Car Sharing, en el cual a través de una app localizabas el vehículo y podías disfrutar de él por minutos, horas, días, semanas etc…. A través de una app se accedía al coche, al arranque y a su tarificación. Una quimera que no descartamos en breve. Nuestra realidad fue que la salida del Rioja Rent a Car al mercado coincidió con el inicio de la pandemia. Con lo cual nos obligó a reinventarnos, fijando la base en nuestras instalaciones, para así poder realizar los controles de desinfección necesarios.
Retrocediendo al modelo más clásico, en el mundo del Rent a Car. El proyecto se basaba, en que cualquier cliente pudiera contratar el servicio de los vehículos para tan solo ir hacer las compras, ir a una visita médica durante una mañana, o realizar un largo viaje. La actualidad ha tenido retoques conforme a la complicación de la pandemia, pasando a tener un mínimo de tarificación de medio día.